sábado, 10 de noviembre de 2012

¿COMO ME PREPARO PARA RECIBIR A JESUS?

PREPARO MI CORAZÓN PARA RECIBIRTE EN CADA SANTA MISA

Estemos muy atentos y vivamos con devoción la santa Misa. Les dejo aquí unas enseñanzas que serán de provecho para nuestras almas. A partir de hoy, vive de una manera diferente el momento más maravilloso en que Dios Eucaristía viene a Tí.

Antes de recibir la comunión, el rito de la Santa Misa coloca unas oraciones cuya finalidad es preparar, ultimar los detalles en esa alma que va a recibir al Señor en su corazón. Y si nos damos cuenta, son tres las cosas que pedimos al Señor en ese momento:

Oraciones previas a la comunión

*Evitar caer en el mal

La primera es que nos evite caer en el mal, que no se fije en los pecados que hemos cometido y que nos evite caer en la tentación. Este es el contenido de frases como: “Perdona nuestras ofensas”, “No nos dejes caer en la tentación”, “Líbranos de todos los males”, “Que vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación”, “No tengas en cuenta nuestros pecados”, “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros”.

Antes de recibir la eucaristía, pedimos al Señor que nos evite cualquier falta, que nos ayude siempre a evitar el mal para ser siempre lo más digno posible de recibir la eucaristía, para que Él pueda estar lo más feliz, lo más contento al entrar en nuestra alma.

*Cumplir su voluntad

La segunda cosa que le pedimos en estas oraciones es que siempre nos ayude a cumplir su voluntad. Le rogamos que no sólo nos permita evitar el mal, lo cual sería un gran paso, sino que nos ayude a cumplir siempre su voluntad. Que el alimento que vamos a recibir nos ayude a ser siempre fieles a Él. Decimos por ejemplo: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, o también: “No tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra...”, es decir, pedimos adherirnos a esa palabra, a esos mandamientos del Señor. Asimismo, la oración que reza el sacerdote en silencio, dice: “Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti”. Todas estas oraciones se hacen con la intención de amar y seguir la voluntad de Dios.

*La paz interior

Cuando un alma evita el pecado, evita el mal y cuando continuamente hace un esfuerzo por cumplir la voluntad de Dios, el fruto es la paz interior, esa serenidad interna. Esto es lo que pedimos en tercer lugar al Señor: “Concédenos la paz en nuestros días”, “Concédele la paz y la unidad”, “La paz del Señor esté siempre con vosotros”, “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz”.

Estas oraciones previas a la comunión reúnen prácticamente todos los frutos, las actitudes y los deseos fundamentales, expresados durante la santa misa: evitar el mal, cumplir la voluntad de Dios y, como fruto de ello, vivir con paz interior. Darnos cuenta que, en la vida ordinaria, lo verdaderamente importante es amar y cumplir la voluntad del Padre por encima de todas las cosas; esto exige evitar el pecado y como fruto produce la paz interior sinónimo de verdadera felicidad. No importa que tengamos problemas en la vida, no importa que tengamos dificultades, lo que tenemos que pedir al Señor es que a pesar de los problemas y en medio de las dificultades vivamos sin ofenderle, amando y cumpliendo su voluntad. Las adversidades, los contratiempos no son cosas malas, son simplemente elementos que van a hacer más meritorio el no caer en el pecado y el cumplir la voluntad de Dios. Cuando un alma sabe centrarse en estas dos cosas logra la paz interior. Podrán venir enfermedades, podrán llover difamaciones, podrán acechar adversidades inesperadas, pero el alma que únicamente se preocupa de cumplir la voluntad y no ofender a Dios, estará siempre en paz. Sin embargo, cuando el alma basa su vida espiritual en las cosas externas, en las circunstancias externas, le será más difícil mantener esa paz interior cuando alguno de esos elementos externos falten. Podrán haber en tu vida mil problemas, mil dificultades pero eso nunca te justificará el ofender a Dios o el evitar el camino de Su voluntad.

Foto: PREPARO MI CORAZÓN PARA RECIBIRTE EN CADA SANTA MISA

Estemos muy atentos y vivamos con devoción la santa Misa. Les dejo aquí unas enseñanzas que serán de provecho para nuestras almas. A partir de hoy, vive de una manera diferente el momento más maravilloso en que Dios Eucaristía viene a Tí.

Antes de recibir la comunión, el rito de la Santa Misa coloca unas oraciones cuya finalidad es preparar, ultimar los detalles en esa alma que va a recibir al Señor en su corazón. Y si nos damos cuenta, son tres las cosas que pedimos al Señor en ese momento:

Oraciones previas a la comunión
*Evitar caer en el mal
La primera es que nos evite caer en el mal, que no se fije en los pecados que hemos cometido y que nos evite caer en la tentación. Este es el contenido de frases como: “Perdona nuestras ofensas”, “No nos dejes caer en la tentación”, “Líbranos de todos los males”, “Que vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación”, “No tengas en cuenta nuestros pecados”, “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros”.
Antes de recibir la eucaristía, pedimos al Señor que nos evite cualquier falta, que nos ayude siempre a evitar el mal para ser siempre lo más digno posible de recibir la eucaristía, para que Él pueda estar lo más feliz, lo más contento al entrar en nuestra alma.

*Cumplir su voluntad
La segunda cosa que le pedimos en estas oraciones es que siempre nos ayude a cumplir su voluntad. Le rogamos que no sólo nos permita evitar el mal, lo cual sería un gran paso, sino que nos ayude a cumplir siempre su voluntad. Que el alimento que vamos a recibir nos ayude a ser siempre fieles a Él. Decimos por ejemplo: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, o también: “No tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra...”, es decir, pedimos adherirnos a esa palabra, a esos mandamientos del Señor. Asimismo, la oración que reza el sacerdote en silencio, dice: “Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti”. Todas estas oraciones se hacen con la intención de amar y seguir la voluntad de Dios.

*La paz interior
Cuando un alma evita el pecado, evita el mal y cuando continuamente hace un esfuerzo por cumplir la voluntad de Dios, el fruto es la paz interior, esa serenidad interna. Esto es lo que pedimos en tercer lugar al Señor: “Concédenos la paz en nuestros días”, “Concédele la paz y la unidad”, “La paz del Señor esté siempre con vosotros”, “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz”.

Estas oraciones previas a la comunión reúnen prácticamente todos los frutos, las actitudes y los deseos fundamentales, expresados durante la santa misa: evitar el mal, cumplir la voluntad de Dios y, como fruto de ello, vivir con paz interior. Darnos cuenta que, en la vida ordinaria, lo verdaderamente importante es amar y cumplir la voluntad del Padre por encima de todas las cosas; esto exige evitar el pecado y como fruto produce la paz interior sinónimo de verdadera felicidad. No importa que tengamos problemas en la vida, no importa que tengamos dificultades, lo que tenemos que pedir al Señor es que a pesar de los problemas y en medio de las dificultades vivamos sin ofenderle, amando y cumpliendo su voluntad. Las adversidades, los contratiempos no son cosas malas, son simplemente elementos que van a hacer más meritorio el no caer en el pecado y el cumplir la voluntad de Dios. Cuando un alma sabe centrarse en estas dos cosas logra la paz interior. Podrán venir enfermedades, podrán llover difamaciones, podrán acechar adversidades inesperadas, pero el alma que únicamente se preocupa de cumplir la voluntad y no ofender a Dios, estará siempre en paz. Sin embargo, cuando el alma basa su vida espiritual en las cosas externas, en las circunstancias externas, le será más difícil mantener esa paz interior cuando alguno de esos elementos externos falten. Podrán haber en tu vida mil problemas, mil dificultades pero eso nunca te justificará el ofender a Dios o el evitar el camino de Su voluntad.

2 comentarios: