Mírame Señor, que nada llena más mi corazón que sentir que me miras con amor.
Mírame, y deja mi alma prendada de tu belleza, de tu pureza, de tu ternura, de tu humildad.
Mírame Señor, para yo lea en tus ojos cómo debo actuar y
vivir en cada momento.
Mírame, para que sienta en tu mirada la invitación a volar más alto, a vivir desde ya mi cielo.
Mírame Señor, que tu mirada me da confianza, seguridad, profunda paz.
Mírame, para que yo aprenda a mirar como Tú miras, con misericordia, con transparencia y bondad.
Mírame Señor, para que en mis ojos se refleje la verdad, el infinito y el amor.
No te canses de mirarme, que mis ojos están fijos en los tuyos, son mi ruta y mi esperanza. Tú lo sabes, yo deseo contemplarlos para siempre en el cielo.
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