sábado, 10 de noviembre de 2012

EL AMOR QUE ESPERA SER AMADO

                  Jesús mío, Tú eres el Amor que no es amado.



               Estamos sepultados en el hielo de nuestra indiferencia, pero clamamos a Tu dolorido Corazón para permitir que Tu amor misericordioso brille sobre nosotros y derrita el frío que tenemos dentro. Permítenos contemplar Tu Corazón, Señor Jesús; ese Corazón que nos ama a cada uno de nosotros con amor personal. Deseamos desagraviar Tu Sagrado Corazón dedicando nuestras vidas a seguir el Evangelio, a amar como Tú amas, a cumplir la voluntad del Padre y a irradiar el gozo que proviene de los corazones amantes.  


             Nuestros pecados son innumerables, unas debilidades tan numerosas como las arenas de la playa, pero Tu amor abarca todas las cosas y crea todo de nuevo. Permite que nuestras vidas sean testimonios de la fuerza de Tu Sagrado Corazón que llena nuestras almas con su ardiente amor. Haz que todo el cielo cante con poderosa voz: “El Amor es amado por aquellos cuyas brasas se han convertido en llamarada gracias al fuego interminable de tu Sagrado Corazón". Gracias por ofrecerte y unirte a nosotros en cada Eucaristía, por permitirnos ser partícipes de tu infinito amor y misericordia. Bendito, Adorado y Amado seas Eternamente , Jesús Nuestro Señor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario